Esto es una respuesta a Alberto Olmos y su opinión machista y misógina titulada: ¿Mujeres no estáis cansadas de lloriquear a coro?
Gracias hombrecillo blanco heterosexual, por puntualizar que no te importa que los premios de Literatura, estén siendo obtenidos por Mujeres, gracias infinitas, por puntualizar que no te importa lo que las Mujeres tenemos que contar, que nuestras historias no te entretienen por los temas, ni por la calidad literaria; es más, gracias por recordarnos que los talleres de escritura creativa que impartimos de manera auto-gestiva, con nuestro propio dinero vía zoom o presencial, entre grupos de Mujeres y para Mujeres, hacen que Dostoievski se cague de risa.
Porque esa, es la misma razón del porqué escribimos. Porque estamos hartas de ser parte de su entretenimiento, de ser vistas como las Musas que inspiramos a los hombres a escribir, a crear grandes obras y a ser las segundas, en sus historias protagonizadas por magníficos héroes, aventureros y hombres ricos, quienes con su angelical benevolencia, nos salvan del maltrato del mundo real.
"Porque estamos hartas de ser parte de su entretenimiento..."
Las Mujeres escribimos para develar nuestra realidad, si a ti te parece lloriqueo, poco nos importa, porque tú, desde el privilegio no puedes, ni podrás jamás entender la realidad que han vivido las Mujeres. Aunque tenemos lápiz y papel para transmitir nuestras historias, no ha sido suficiente. Por que cabe recalcar que siempre hemos tenido boca, pero, como ya sabrás Alberto, y si lo desconoces, te lo enseño hoy; la voz de las Mujeres ha estado silenciada, a través de diversas opresiones patriarcales que se vislumbran como violencia física, sexual y psicológica, por mencionar algunas.
Pero claro, eres hombre y no te importa que hallamos guardado silencio por nuestro propio bien. O eso les han hecho creer, a ustedes hombres privilegiados que no entienden, porqué en el salón de clases, las Mujeres levantan la mano para dar su opinión, y los y las maestras aún de manera voluntaria, le dan más la participación a los hombres.
O bien, aún no se han dado cuenta, que aunque las Mujeres sean brillantes en los salones de clase, al titularse de las Universidades, somos menos las que obtenemos los títulos de grado y en el terreno laboral, los hombres ocupen lugares de poder de forma mayoritaria, a diferencia de las Mujeres.
¿Ya ves la razón, o te lo explico con peras y manzanas Alberto?
En México decimos, explícaselo con palitos y bolitas para no marear al niño. Te explico Alberto, que a las Mujeres escritoras feministas, nos importa una chingada que no te interese leernos, consumirnos y comprar nuestros libros.
El público que nos interesa que lean nuestras historias, son Mujeres, estas Mujeres maravillosas que todos los días se despiertan a las 5am, a preparar los alimentos de sus familias, se bañan y se preparan para sus jornadas laborales, regresan a casa para recoger a sus infantes de la escuela o guardería, y realizan una doble o triple jornada laboral, para que su dinero alcance a alimentar a todas las bocas que habitan la casa.
Tu no Alberto, tú escribes en un periódico Español que se difunde en redes, tu tampoco nos importas. Quería dejar claro, que las Mujeres necesitamos seguir leyendo historias de Mujeres, para dejar de obedecer el mandato patriarcal de entretener a los hombres con nuestras rivalidades y las opresiones históricas de ser malvadas entre nosotras, para que los hombres nos elijan y nos regalen poderíos, que así como nos son regalados, de la misma forma fugaz, nos los arrebatan.
Este texto, esta escrito desde de la digna rabia, la emoción feminista necesaria para mencionar con el justo enojo, que hombres como Alberto Olmos, continuarán deslegitimando, es decir, opacando la lucha histórica que reivindica los Derechos de las Mujeres; pero no se olviden que la primer Mujer presidenta acaba de tomar poder en la silla presidencial Mexicana, tenemos otras pequeñas victorias.
Lo importante, es no desenfocarnos de la necesidad de seguir expresando y creando nuestras historias llenas de narrativas de Mujeres, escritas para Mujeres. SI algún lector con pene, que se asuma identitaria o genéricamente hombre, nos lee, no se lo agradeceremos, más bien, estará listo para actuar desde su privilegio y seguir transformando la realidad social.
Charlotte Burgueño
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